¿Ha comenzado hacer los planes para la próxima Navidad?

–¿Cómo, Andrés, Navidad?  ¿Por qué debo yo estar preocupado—otra vez—por la Navidad?  ¡Qué buena pregunta!

Tal vez en su planeta sea diferente y la Navidad llegue de sorpresa, pobre de usted.  Aquí, en el planeta Tierra, todos sabemos que la Navidad llega el mismo día, del mismo mes, en la misma temporada, cada año.

A pesar que la Navidad nunca varía, la gente se comporta como si fueran de otro planeta y actúa como si cambiaran la fecha.  Cada año, en la cena de Acción de Gracias, o como decimos los hispanos, “el día del pavo”, y está en la última mordida, le entra el pánico y dice: “¡Oh no, sólo falta un mes para la Navidad y no hay dinero, ¿qué voy a hacer?!” Si ese es usted, primero que todo permítame el privilegio de darle la bienvenida al planeta Tierra, y le tengo buenas noticias, aquí, en cuanto a la Navidad, no hay sorpresas.

¿Cómo le fue en esta última Navidad?  ¿Gastó más de lo que tenía?  ¿Andaba apurado comprando los regalos de último minuto y acabó comprando cualquier cosa que pudo encontrar?  ¿Está todavía pagando intereses del 24% por la Navidad pasada?  ¡Qué plan tan terrible!

El mejor plan de ahorros para la Navidad es empezar desde enero, pero si no pudo hacerlo, entonces, a cualquier altura del año en que se encuentre, empiece haciendo un cambio y póngalo en su presupuesto.  Dedique un poco de dinero, todos los meses, y esté listo para una buena oferta que se le atraviese; no espere hasta diciembre cuando nadie tiene buenas ofertas. Cuando se toma el tiempo para hacer un plan sólido, puede tomar mejores decisiones con su dinero.  Además, piense en a quién le quiere comprar regalos la próxima Navidad.  Tal vez no pueda o tenga que comprar regalos para tantas personas; si empieza ahora mismo, podrá evitarse el drama planeando algún tipo de rifa o juego donde solo compra unos cuantos regalos y los reparte según los resultados.  Así no tendrá que darle a toda la camada de cachorros de su cuñado.

Esto es un principio práctico que no solo aplica para la Navidad sino para todo tipo de gastos que no son mensuales, como: vacaciones, reemplazo de carro, compra de muebles, fiestas de cumpleaños, etc. Esto también le ayuda a reducir sus gastos, ya que podría ahorrarse hasta un 15% en los seguros si paga por año en vez de mensualmente.

Vamos a ponerle patitas a lo que acabamos de aprender. Decida cuánto vas a gastar y divídalo entre el número de meses que faltan para que llegue la Navidad. Ahora tome un sobre, escríbale “Navidad” y póngale, en efectivo, la cantidad que calculó. Le aseguro que esta próxima Navidad será la menos estresante y menos llena de drama.  Independientemente de sus planes, la clave es tener dinero ya ahorrado para cubrir la Navidad – así de sencillo, nada complicado. Una vez más, ¡bienvenido al planeta Tierra!