Cuando éramos más jóvenes con mi esposa tratamos de abrir una cuenta de inversión. Siempre nos encontramos con obstáculos y desánimos de otras personas.
Nos decían que no nos podrían ayudar (bancos) y así desistimos. Al pasar el tiempo nos endeudamos con carros y después vinieron los hijos. Fueron creciendo y con eso también crecieron los gastos de escuela, gastos personales entre otros gastos. Gracias a Dios pudimos darle estudio a todos. Ahora, aunque un poco mayores de edad, encontramos a Andrés y ha sido una bendición para nosotros porque ahora tenemos forma de invertir, tenemos casa pagada y más o menos acumulación de dinero. También estamos listos para el retiro con una entrada de dinero igual a la que recibimos como si estuviéramos trabajando.
Gracias a Andrés Gutiérrez ahora estamos mucho mejor.
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